WANDA SA - Vagamente (1964)

Hoy volvemos a reencontrarnos con la grandeza evocadora y melódica de uno de nuestros géneros favoritos: la bossanova. Y lo hacemos de la mano de uno de mis últimos descubrimientos, el primer disco que con tan sólo 19 añitos lanzó al mundo Wanda Sa, allá en 1964. El disco se llama Vagamente y es un perfecto compendio de la mejor bossa nova, donde la frescura, dulzura y elegancia melódica típica del género, alcanzan altas cotas de sensualidad, gracias a la frágil y susurrante voz de Wanda Sa, acompañada en todo momento de una cuidada orquestación liderada por un espléndido Eumir Deodato, que consigue sacar el máximo de grandes composiciones de maestros de la bossa como Roberto Menescal, Vinicius de Moraes, Edu Lobo, Marcos Valle, y Antonio Carlos Jobim. Como veis un alto nivel compositivo que no os defraudará si sois de los que disfrutáis con los discos de Astrud Gilberto.

Pero bueno, algunos diréis, ¿pero quién es esta chica, de dónde ha salido? Pues bien, Wanda Sa, aunque no es muy conocida por estos lares, es una deliciosa cantante y guitarrista, que a mediados de los 60 consiguió cierto éxito y prestigio con este disco que hoy presentamos, además de con su participación en el grupo de bossanova experimental, que lideraba Sergio Mendes y que respondía al nombre de Sergio Mendes & Brazil 65. Además entre el 66 y 70 grabó con algunos de los mejores compositores de la bossa y el jazz más cool del momento, apareciendo entre otros en el disco de Paul Desmond, From the Hot Afternoon, del que ya hemos hablado por aquí.


 

Algunos críticos dicen que Wanda Sa podría haber llegado a ocupar el lugar que disfrutó Astrud Gilberto, y la verdad es que después de oír su disco, uno descubre que cualidades para ello no le faltaban. Es más, por aquella época se llegó a decir que era la “auténtica chica de Ipanema”. Elegante, guapa, estilosa y poseedora de una seductora y sugerente voz, Wanda Sa se nos muestra en este disco como una poderosa reina de la bossa nova capaz de despertar en nosotros los instintos más sensuales. Y tras oír este disco me vienen a la cabeza indudables similitudes entre ella  y la ingenua perversa del pop francés de los 60, France Gall.

Y volviendo a lo meramente musical, deciros que Vagamente es uno de esos discos deliciosos, que se diluyen suavemente entre los sentidos, y se disfrutan casi espontáneamente. Un disco que podría significar el eslabón perdido entre la bossanova y las heroínas del yeyé francés. Y si no, escucha esa juguetona melodía que lo abre, Adriana, un sugerente y pizpireto tema de Roberto Menescal que podría haber hecho las delicias de nuestra ingenua perversa francesa, al igual que Só me fez bem otro dinámico ejercicio de jazz-bossa, obra de Viniciuos de Moraes y Edu Lobo, quién más tarde sería su marido, con un piano endiablado que parece explotar al compás de la voz de Wanda Sa. Pero claro, también nos encontramos excelentes y sensuales ejemplos de la mejor bossanova, como ese medio tiempo pausado denominado Mar Azul (Francis Hime - João Vitório Maciel), donde resalta su cálida voz  acompañada de delicadas flautas, bonitas guitarras acústicas y hasta un chispeante hammond. O esa otra tierna y seductora bossa de Jobim, dominada por una guitarra desnuda acompañada de nuevo por su sugerente voz, titulada Inútil paisagem, que es uno de los momentos estelares del disco, al igual que la pegadiza y adherente E vem o sol de Marcos y Paulo Sergio Valle, que te hace por igual soñar que bailar. Y así podríamos seguir temas tras tema, ya que si te gusta la bossa te aseguro que disfrutarás enormemente con este disco.

Un gran descubrimiento, y de quien seguiremos investigando discos, como el que sacó en el 66 para el sello Capitol, titulado Softly, que promete ser muy atractivo, al igual que las colaboraciones que hoy en día está produciendo junto a Roberto Menescal y Marcos Valle.

 Publicado el 18/09/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera