THE KINKS - Something else by The Kinks (1967)


Something else by The Kinks es uno de esos fantásticos discos de mediados de los 60, con los que es un placer tropezarse de vez en cuando. Es más, estaría por aseguraros que en mi caso es un placer recurrente y necesario cada cierto tiempo. Volver a escuchar canciones del calibre de Lazy Old Sun, No Return, y Afternoon tea, por poneros algunos ejemplos, de las maravillas que se encuentran en este disco, es volver a degustar y saborear algunos de los mejores momentos que ha dado la música pop.

Something else fue el quinto disco en la larga y excelente discografía de los Kinks, lanzado al mundo por el sello británico PYE Records en Octubre de 1967 y producido a medias entre Ray Davies y Shel Talmy. Sin duda, un disco diferente en aquel psicodélico swinging london, donde sobresalían con desparpajo por casi todos los surcos sonoros, los multicolores excesos lisérgicos, tan de moda en aquellos días. Something else no iba y no va de eso y quizás por ello no tuvo la repercusión mediática que merecía en su momento, llegando tan sólo al puesto 35 en las listas británicas.


Something else es un disco de excelentes melodías, con un sonido que es limpio y cristalino a veces, pero agresivo y contundente en otras, lleno de múltiples matices y recovecos sonoros, protagonizados por vibrantes y delicadas guitarras, bellos clavicordios, rítmicos pianos y órganos hammonds, perezosos y sugerentes coros, delicados arreglos de cuerda e impetuosos vientos, que conforman un ramillete de inolvidables canciones que nos describen esas irónicas viñetas de la vida cotidiana, con sus habituales ilusiones y miserias, que tan magistralmente nos desmenuzan los hermanos Davies. Historias como la de esas hermanas de vidas opuestas en Two Sisters,o la de esa típica familia uniformada de clase media en Tin Soldier Man,o los sinsabores a los que lleva la ambición a los protagonistas de Situation Vacant. Canciones todas ellas grandes, muy grandes. Algunas de acordes delicados como No Return , una preciosa balada de guitarras sinuosas muy influenciadas por los maestros de la bosanova, o la nostálgica y bucólica End of the season, con esos preciosos ruidos campestres, dominada por ese omnipresente piano, y cómo no la descriptiva y emotiva Waterloo Sunset, con esa dulce melodía de guitarras acústicas y bellas armonías vocales.

Otras canciones, sin embargo, son más animosas y vibrantes como David Watts, con ese piano saltarín y esos trepidantes coros (fa-fa-fa-fa), o Funny Face, ese medio tiempo que va y viene, con ese bajo juguetón y esos guitarrazos desgarrados, que se repiten en compañía de un hammond chispeante en la intensa Situation Vacant , a pesar de ese dulce piano con el que empieza, o en la descarnada y agresiva Love Me Till The Sunshines. Y luego están esas otras melodías de inconfundible sonido Kinks, con un ligero sabor a vodevil como esas fantásticas y adherentes Harry Rag, Death of a Clown, Tin Soldier Man y la maravillosa Afternoon Tea, posiblemente mi canción favorita del disco, que anticipa el excepcional sonido del su siguiente y fantástico album The Village Green Preservation Society.

En definitiva, un grandioso disco de los Kinks que no se debería pasar por alto y donde Dave Davies hace quizás su aportación más significativa en un disco de los Kinks, con esas grandes canciones que son Death of a clown, Love Me Till the Sunshines y Funny Face.

Publicado el  15/06/2006 en Sensaciones Sonoras en La Coctelera

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